sábado, 28 de noviembre de 2009

Delirios fiebriculares

Los dias de enclaustramiento forzoso, además de los mimos, de los calditos caseros y de la aceptación del "vaguerismo"... tienen su parte buena.
Son horas y horas de chispazos y algún que otro cortocircuito en las neuronas, que pueden desencandenar (el el mejor de los casos) alguna idea interesante, o al menos no muy descabellada.
De esta cuarentena, rescato una de esas frases que me dice mi madre desde la cocina:
-"¿Andrea, sabes que la felicidad es una disposición de la mente?"

domingo, 15 de noviembre de 2009

Escríbeme.

Quiero que escuches mis gritos a través del papel.
Y quiero que tú también grites.
Y quiero que lo hagas con tus dos caras, porque temo que todavía no hayan desaparecido.
Si tú quieres, te propongo ésta forma de catársis: escríbeme.

martes, 10 de noviembre de 2009

Gafas.

¡Qué raros son ésos especímenes, que nada más levantarse, son capaces de percibir la realidad límpia y clara!
Me pregunto como sería, no tener que buscar a tientas mi segundo par de ojos, con la mano aún somnolienta y torpe. Como sería, no tener que hacer acopio de estoicismo frente al espejo, para conseguir colocarme las lentillas sin llorar a borbotones...