Lógica ferroviaria.

Hoy en uno de los interminables trayectos en mi metro/casa, tenía diversas opciones para no aburrirme:

a) Una sesión de voyeurismo (... una curiositat digna, no gens morbosa...)
b) Calcular la velocidad media del tren, conociendo la distancia recorrida entre un punto A y un punto B asi como el tiempo transcurrido (esto último fácilmente determinable si se dispone de reloj)
c)Realizar un estudio detallado de la morfología del vagón.
d)Efectuar una llamada telefónica(descartado por suponer un duro golpe para el saldo, generalmente bajo mínimos)

La opción c) me pareció la mas adecuada, pues no me exponía al riesgo de ser "seriamente apostrofada"y evitaba a mi cerebro un colapso científico.
Observé pues el motivo de los asientos (pequeños cuadrados), el número de barras por tramo, las rejas de ventilación...
pero algo llamó mi atención, vi un cartel en el que podía leerse:


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MARTILLO ROMPECRISTALES
Romper el cristal para acceder al martillo.
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Y así comprendí la aplastante lógica que rige nuestro mundo.

Sonia (parte 1)

Me llamo Sonia, tengo 36 años, 2 hijos, 1 hipoteca y 1 pila de platos en el fregadero. Ya no espero nada. Esos sueños adolescentes de fuegos artificiales y promesas de cambiar el mundo ya fueron. En un mar de cabezas, en la calle Colón, la mia no sobresale. Incluso llevo el tinte de rigor de los treinta y tantos que me camufla entre mechas caoba y reflejos morados.Las bolsas de la compra me amoratan los dedos.
Hoy comeré con mi madre, y reiremos azucaradamente como viejas amigas, y luego iré por los niños.

Pólvora

Con la imaginacion se pueden conseguir fuegos artificiales a partir de palmeras y naranjas con sabor a manzana. Pero no sirve para ver el futuro. De todas las posibilidades, infinitas, sólo nos quedamos con una.

La débâcle

Le basta con leer 5,9º para que todo empiece a darle vueltas. La sugestión, la autosugestión, sería una gran arma...pero no sabe cómo usarla. Le puede. Así que decide dejarse llevar, mecido por palabras y conversaciones detrás de un cristal empañado. Observa, el filántropo por obligación, observa y escucha, tanto, que finalmente acaba conociendo a aquella gente que apenas ha notado que hay una silla de más en la mesa del bar. Ellos, se ensordecen con sus propias palabras y ni siquiera han terminado de oír la repercusión de éstas cuando se lanzan de nuevo al asedio. Él se ríe por dentro, a veces incluso se compadece de ellos, pero luego piensa que tal vez él sea el estúpido, regocijándose de su pasividad y demasiado cobarde para comprobar el efecto de sus propias palabras.

Química de la locura

-Qué es para ti la realidad?
-La realidad? Lo que percibimos con los sentidos. Lo que podemos ver, tocar... lo que podemos experimentar. La realidad, es la verdad objetiva.
-Acaso tú no ves, no tocas, no oyes.. cuando has bebido? La verdad es rosa, en esas noches de insomnio químico o etílico. Quién te dice cual es la dosis de neurotransmisores adecuada para percibir la verdad?

Apuntes del metro

Si tuviera una pistola la llamaría poesía.

Promenade à 5

Y al fin, las cinco se cogieron fuertemente de las manos -¡Allá vamos!- respiraron...3...2...1... -"Gracias por volar con nosotros"- se miraron y decidieron que sería un gran viaje.

*Olfat-e-ando

West Kensington

No vi el Londres del té a las cinco, ni de bombines de fieltro. Ni siquiera de portada de guía turística. Ha sido un Londres que no se explica en inglés, sino con imágenes: un pórtico de un colegio con niños uniformados, el desorbitado mercado de Camden y sus vendedores de la mafia calabresa, locos estilos coloridos. Londres es una arteria, roja, siempre caótica.

Sucedáneos

Abre la ventana.El pelo revuelto por un sueño enorme le tapa la cara.Se quita las legañas. La luz del sol a las diez de la mañana hace que todo tenga relieve y polvo. Y ella, con las ideas claras, ya no puede convencer (convencerse) como hace siempre, de que lo que piensa es producto del sueño, o del alcohol, o de no se que situación o composición química de la atmósfera. Está desempolvando viejas historias porque se ve incapaz de empezar otras nuevas, o porque ninguna nueva le convence. Pero sabe que es amargo, que sólo son sucedáneos de cosquillas en el estómago. Sabe que puede distraerse de vez en cuando, pero se le escapará la mirada, hacia los rincones de siempre.

Después de la Hulthemia berberifolia

...y sin mediar palabra, pudiste beberlas todas a través de tus labios perdidos en los míos. Por una vez, la realidad me contradice. Tal vez las palabras condensan realidades, pero no son indispensables. Los ojos , las miradas también pueden hacerlo. Bebiste, leíste un suspiro , y ay! que suspiro, uno que atraviesa juegos, nínfulas, pubertades. Uno que se alargó, meciendo cierta Hulthemia berberifolia, y ritmos latinos, y divisiones y ecuaciones.

...de todas las mentiras la que engaña menos

¿..y si?

Cubo de libélulas

“Hay veces en las que la monotonía de las salas de clase, el murmullo de fórmulas, fechas y definiciones… se rompe. Una anécdota, un comentario, un autor nos hace levantar la cabeza, de golpe y de forma inesperada. Es sólo un instante, oh! , pero es un instante inolvidable. Libélula. L-I-B-E-L-U-L-A . Esa fue la palabra que rescaté de la indiferencia. No porque el profesor la pronunciase más alto, o más despacio, o más claro, sino porque consiguió electrizarme. Los demás seguían enfrascados en las polvorientas hojas, y yo, por un segundo, respiraba.”

*a mi coquelicot y mi sol, que embellecieron el texto al leerlo.

Abrazos y orgasmos de papel (parte 2)

...y ahora les vuelvo a tener miedo. Miedo a que conviertan en realidad lo que por el momento encierran sinapsis axones y neuronas. Miedo a materializar algo que ni siquiera existe.
Pero es una de esas ocasiones en las que me cuesta quedarme callada.
Es evidente, y ya lo saben... pero si lo digo, si confieso, yo ya no podré hacer nada.
Y no quiero ser presa de una ilusión, vehiculada mediante palabras. palabras...

Abrazos y orgasmos de papel (parte 1)

Resulta dificil, verse en la comprometida situación que supone desafiar un folio en blanco. Y resulta aún más dificil saberse obligado a rellenarlo. Ya no en un sentido liberador, en un movimiento que nace entre costillas y suspiros ahogados, sino de forma metódica, imperativa.

Las palabras tienen el poder de desnudar y exponer todo lo que debería permanecer oculto. Las palabras, para mi, inexperta, pueden resultar incluso amenazantes. Son capaces de sacudirme, de arrancarme, sacarme, desvalijarme.

"Memorias de Napoleón"

Siguiendo el lema "de todo un poco y un poco de todo" aquí va una de esas fotos a las que llamaremos artísticas (oh! dios photoshop), de uno de esos dias en los que los estudios no me amargaban la existencia. Por el momento, me contento con el recuerdo...

....sólo queda un mes!

Destination inconnue

Marche à marche, le monde du jour est de plus en plus lointain. Nous pénétrons dans les ténèbres. 8h00, bâillements et secousses en cadence, stations endormies. Travailleurs, écoliers, visiteurs peuplent cet univers. Ils marquent et subissent le rythme lymphatique de cet univers souterrain.Fenêtres, sombres fentes qui renvoient des regards vides. Regards qui se croisent, qui s’évitent, sans rien dire.Seuls, au milieu d’une foule, êtres froids qui se heurtent, qui se mêlent frénétiquement.Le temps inéluctable coule, marqué par les aiguilles des horloges et des montres. Mouvement constant, les derniers se faufilent à l’intérieur dans l’urgence.À leurs trousses, la crainte du retard, ils se pressent.Sortir, changer, entrer… impossible de reprendre son souffle.Le wagon est un récipient dont le contenu change à chaque instant. Mélange hétérogène, à l’image de la société : hommes, filles, étrangers, musiciens, aide maçons…Les contrôleurs, maîtres de ce monde, administrent justice et se montrent impassibles face aux excuses de ceux qui enfreindrent les lois de leur règne. Nul n’échappe à leurs griffes. Les clandestins tentent de s’enfuir, et là le temps jusqu'à dès lors furtif devient lourd, s’allonge…Puis la nuit enveloppe et étouffe les quelques peux osés qui s’aventurent à enter.Le silence, quelques fois brisé par les graves cahotements s’empare de plus en plus de tous les wagons. Les regards, scrutateurs et vigilants sont saisis par l’inquiétude.Les tortueuses galeries désertes voilent des actes abominables, féroces, sanglants… Les assaillants sont protégés par le silence.Souvent enchevêtré, les renseignements sont cruciaux dans ce milieu. Les passagers sont submergés par des itinéraires qui n’éprouvent aucune limite. Ils sont égarés.Une seule destination est certaine… la destination inconnue.